Videos corporativos incluyentes
Socialmente responsable es una palabra que va más allá de una moda para generar una buena imagen o la preferencia de los consumidores, socialmente responsable es mucho más que una fórmula mercadológica o un reconocimiento sobre las prácticas de los grandes corporativos y los no tan grandes.
El ser socialmente responsable se asume de manera voluntaria creando compromisos con la sociedad, el entorno, el medio ambiente o la equidad de género.
Socialmente responsable es un conjunto de características que deben verse reflejadas en las comunicaciones de las empresas, en cada mensaje, en cada estrategia, en el ADN de la misión, visión y valores de las corporaciones.
Actualmente las empresas han volteado su mirada y sus acciones para hacer de los espacios de trabajo lugares con equidad de género, las acciones de responsabilidad social comienzan a entender y trabajar a la par de las demandas sociales.
Equidad en las empresas
En el artículo desarrollado por Víctor Chávez en el Blog “El pulso laboral”, podemos encontrar algunos puntos importantes y puntuales en la construcción de la equidad de género dentro de las empresas:
Crear campañas de concientización sobre el tema de equidad de género, respeto e inclusión.
No encasillar las posiciones dentro de la organización.
Mujeres y hombres pueden desarrollar las mismas funciones de una posición siempre y cuando ambos cubran con el perfil requerido y sean capacitados por igual.
Frenar y evidenciar cualquier tipo de abuso o discriminación que se presente en la empresa en contra de las mujeres.
Usar lenguaje inclusivo, no generalizar.
El lenguaje inclusivo en los videos corporativos incluyentes
La comunicación interna de las empresas podrá ser reforzada por los videos corporativos incluyentes, la información que combatirá la ignorancia o el desconocimiento deberá estar plasmada en la forma de entregar los mensajes.
Las formalidades, así como los vicios añejos quedarán fuera de esta nueva sociedad que las empresas también comienzan a construir. El leguaje inclusivo que los puristas del lenguaje niegan con desdén, pronto quedará avalado por los usos y costumbres.
Pongamos, por ejemplo: El saludo inicial de nuestro video corporativo incluyente
“Buenos días a todos”, “todos”, incluye también a quienes no son hombres según las normas del castellano; otra forma podría ser “Buenos días a todas y a todos” para especificar que el saludo va dirigido a las mujeres también. Pero si usamos el lenguaje inclusivo que va un paso más allá y reemplazamos la marca de género por una letra E o una X, el saludo quedaría de la siguiente manera, “Buenos días a todes” o “Buenos días a todxs”.
Los videos corporativos incluyentes saben que este lenguaje ya es una realidad en la comunicación de las empresas, pero lo más importante es que todos seamos parte activa de un mundo mejor y abracemos las nuevas ideas.
